martes, 11 de septiembre de 2012

CAPITULO 1: El comienzo.

By Steve Rayhard

Durante las calurosas tardes de verano, muchas personas se reúnen en el mercado de la ciudad de Metz, muchas de estas, intentando hacer algún dinero vendiendo sus mercancías. Aquí es posible encontrar a coleccionistas, anticuarios buscando reliquias y, más que en cualquier otro lugar, y en cualquier otra fecha, multitud de bandidos esperando poder saquear o asaltar a algún transeúnte despistado.

En estas calles podemos ver a un joven, de ropas desgastadas, vendiendo objetos muy extraños, pero nadie se le acerca, este joven, con ojos viendo a la nada, solo esperaba que algo bueno le pasase durante el día, pero nada parecía cambiar su fortuna, fue entonces cuando de entre la multitud, vio a un desconocido cubierto con una manta que cubría su rostro, nunca lo había visto pasar por el pueblo antes, lo que le llamo mucho la atención, de pronto, un sujeto se le empezó a acercar por la espalda, hasta aquí llegó el extraño, no debió venir a un lugar como este, pensó el joven. En ese momento, y cuando el extraño estaba en mayor peligro una extraña sombra de color blanco apareció bajo sus ropajes y como si estuviera viva, se movió entre los pies del asaltante y lo hizo caer, asustado por lo sucedido este salió despavorido del lugar. El joven vendedor, al ver esto, sintió la curiosidad de saber más de este extraño sujeto y de sus aun más extraños poderes, entonces tomo sus cosas con el propósito de seguirlo, pero de pronto, desapareció entre la multitud.

Cabizbajo, y viendo que ya caía la noche, buscó un lugar donde hospedarse, mientras caminaba pasó frente a una cantina de la que empezaron a escucharse gritos, fuertes hombres comenzaron a salir corriendo del lugar, como si algo los hubiera espantado de allí. Esto entusiasmo al joven a entrar a este espantoso sitio, luego de atravesar el umbral de la puerta sus ojos buscaron por todos lados lo que había causado tal temor en esos hombres, fue entonces cuando lo vio, al extraño hombre de la tarde, sentado solo en una mesa, armándose de valor, tomo una silla a su lado y sentándose dijo:
  -¿Quién eres extraño?
-¿Y quién quiere saberlo? Respondió mirando su jarra mientras la ponía sobre la mesa.
-Solo un vendedor curioso, nada más.
¿Y por qué quieres saberlo?
-Te vi esta tarde, en la calle, vi una sombra extraña salir de entre tus ropas y atacar a ese asaltante.
Sorprendido el extraño dice:-así que pudiste verla, debes ser algo especial ¿cómo te llamas?
-Mi nombre es Zeba de los Confines.
-Oh… así que provienes de los Confines… sabes Zeba, busco formar un Clan, que me permita cumplir mis deseos, vine aquí porque escuche que estarían los hombres más rudos de la ciudad, pero ninguno fue lo suficientemente rudo.
Entonces, emocionado Zeba pregunta: ¿puedo acompañarte yo, y asi ayudarte a cumplir tus deseos?
-Aún no sabes que es lo que deseo, y aun así te ofreces, me parece bien, pero ¿que tiene por ofrecerme un joven como tú?
Furioso Zeba golpea la mesa: ¡No creas que por ser joven soy débil, además, mi profesión me ha permitido conocer muchos lugares!


Entonces, el hombre subió la mirada y miro fijamente los ojos de Zeba, vió su valor en esos ojos, y esbozando una leve sonrisa dijo:- El camino no será fácil, puedes seguirme si así lo deseas. Ah, y puedes llamarme Sirc.


No hay comentarios:

Publicar un comentario