martes, 13 de noviembre de 2012

Capitulo 3: El Misterioso profano

By Sirc






"La lluvia mojaba su cara, la fría brisa agitaba su cabello, mientras que en sus ojos se ocultaba la Luna"

Contemplando la Ciudad de Nortein, oculta dentro de un cañón, tenía su mente perdida en pensamientos, pensamientos saltados sin sentido, irracionales , un hilo de incongruencias, problemas y soluciones de situaciones inventados, sumido en tácticas he ideas para futuros inconveniencias, en una palabra, "cálculos". Precisos y exactos de problemas venideros.
Raid Boss pensaba solo en eso ya que no conocía su pasado, no le importaba su presente, solo vivía para su futuro. Desde joven se crió en el orfanato de un pequeño pueblo cercano a Draconia, él no era originario de allí, se le notaba su en cara era pálida, sus cabellos muy claros, sin brillo y su actitud, no era como la de cualquier niño. Pero ahora todo eso era parte de un pasado el cual borraría hoy.
Vigilaba desde las alturas, como siempre lo hacía antes de un asalto, pero esta vez su premio sería más de lo que imaginaba: "El Libro de Artemis", un poderoso y único manuscrito que se encontraba entre los muros de ese edificio...

En las cercanías de Haverest, el famoso lugar de culto, los magos más talentosos y poderosos habían aprendido allí, Sirc y Zeba se acercan para no empaparse en la lluvia.

Zeba:- Vamos!, si sigues caminando será inútil acercarnos, me estoy empapando!
Sirc:- Calma, la lluvia es un regalo prodigioso... pero siento algo muy extraño en ella...
Zeba :-   ...

Desde las alturas del acantilado que rodea la ciudad de Nortein, Raidboss observa a los extraños, no eran de aquí pues nunca los había visto en ese lugar, ya que él había estudiado minuciosamente por una semana las actividades de la región, quienes entraban salían y vivían en la cercanas del lugar, le era obvio que se trataba de forasteros.

Raid Boss:- Mmm... estos sujetos se ven sospechosos... más les vale no interponerse en el camino de mi destino.

Con un suave movimiento de manos la llovizna se convierte en tormenta, las nubes que apenas decoraban el cielo, lo cubren totalmente.

Sirc:- Refugiemonos en ese techo, Zeba.     
Mira a su costado, Zeba ya no está, Sirc corre hacia la Escuela.
Zeba:- Vaya si te tardaste
Sirc:- ¬¬
Raid:- ya no me queda mucho tiempo, no puedo esperar a que estos sujetos desaparezcan, debo actuar ahora o no tendré tiempo.

Sería un gran desafió lograr penetrara en el edificio, considerado fortaleza ya que estaba llena de Artilugios y sortilegios para resguardar la, al igual que pasadizos, entradas y salidas secretas.
Pero gracias a sus conocimientos en magia y su experiencia con este tipo De "protecciones", Raid sabía muy bien que hacer. Pero temía que si entraba, obviamente, sabrían de su parecencia.
Aun así había otro método, entrar con otro cuerpo u otro estado del mismo transformando en si en un espectro, convirtiendo al hechicero en un hechizo, consistía en la separación del cuerpo y del alma esta última tomaba posesión de la sombra, transformándose así en una “sombra blanca”, esto le permitiría entrar.  Aunque había un gran peligro, ya que al usar magia en este estado estaría consumiendo su propia esencia vital, de lo cual él no tenía conciencia.
Atravesando los muros el ladrón al fin logro entrar, podía percibir el poder magnifico en todo el lugar, pero se concentró en buscar su objetivo sin ser detectado por la magia que lo rodeaba
En un chasquido de dedos, fantasmagóricos, pequeñas flamas saltaron de sus manos, con ellas surgieron pequeñas luciérnagas, las cuales no emitían luz alguna.

-"así mirare todas las habitaciones sin ser detectado"-, pensó Raid.
Una tras otra, los rincones de la enorme construcción eran debelados por los ojos de Raid a través de las "luciérnagas", pero no encontraba lo que tanto anhelaba; de repente se oyen unos gritos:

-¡¡¡MAESTRO, MAESTRO EL MANUSCRITO NO ESTA!!!-

Raid Boss no tuvo tiempo de pensar, solo salió de allí lo más rápido que pudo, de lo contrario sería polvo en un santiamén, aunque él no había sido el culpable tomo la forma de la sombra de una veloz serpiente y serpenteando llego hasta su cuerpo en la orilla del acantilado a pensar que había ocurrido, ¿quién tendría el libro, y para qué?
Sus deducciones fueron interrumpidas por una escena que pudo presenciar
Vio a los forasteros correr con gran prisa hacia el bosque de los lamentos

Raid:- sin duda, como no pude notarlo... Fueron ellos!!

Sin más preámbulos salto del acantilado a perseguirlos, con la fiereza de un bestia cazando a su presa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario