martes, 20 de noviembre de 2012

CAPITULO 4: Las sombras de la Luz


By Steve Rayhard


Raid: Así que, es aquí donde estos forasteros se esconden… el Bosque de los Lamentos, por supuesto, ellos no comprenden la oscura magia que este bosque posee.

Mientras Raid seguía a sus próximas víctimas, ellas, a su vez, seguían a otro sospechoso personaje, este, era más oscuro que la noche misma, y corría con mas sigilo de lo que cualquier animal podría. Cada paso que este daba intranquilizaba a Sirc, pues no hacia ruido alguno, pero más preocupante aun, era que parecía ser un camino sin fin, los metros que el bosque tenía ya se habían hecho mucho más largos, es como las sombras envolvieran el lugar y los estuvieran haciendo correr en círculos, de pronto, este extraño desaparece a la vista de Sirc y Zeba como si realmente nunca hubiese existido y todo se desvaneció absorbido por la sombra que lo cubría todo y a todos

Zeba: Que rayos, aquí hay algo raro, como fue que ese imbécil desapareció.
Sirc: al parecer, nosotros fuimos los imbéciles Zeba.

“Así es, señores, acaban de entrar a un lugar en donde no encontrarán salida, las sombras los rodean y se alimentarán de sus almas”.

Zeba: Muéstrate ¿dónde estas?

“Estoy en todos lados, yo soy la sombra misma, soy la oscuridad, sus miedos más ocultos y ambiciones más egoístas”

Zeba: Ven aquí y pelea como hombre, mi espada te cortará por la mitad.

“JAJAJAJA eso quisiera verlo, que tal si hacemos el intento ahora mismo”.

Zeba: Adelante señor risa sarcástica…

Y de entre las sombras una silueta apareció a unos cuantos centímetros de Zeba, mirándolo fijamente a los ojos, Zeba en un intento desesperado da un salto hacia atrás mientras blande su espada, pero no logró cortarlo, una vez que puso sus pies en el suelo la silueta apareció a sus espaldas, y con una voz cortante y fría le susurro al oído “con esto ya has muerto 2 veces”,
Zeba intentó cortarlo mientras se daba vuelta, pero el ya no estaba allí…

“Un esfuerzo interesante, pero no puedes desacerté de tus miedos con solo una espada de madera”

Zeba: ¡De qué demonios estás hablando, esta espada está hecha de los más finos metales de los confines!

“¿Estás seguro? ¿por qué no vuelves a mirar?”

Y cuando Zeba vio su mano, sintió un frio estremecedor que recorría su cuerpo, un sudor frio que caía por su rostro y en su mano, una simple espada de madera. Sirc estaba sorprendido, había intentado usar el poder de su sombra blanca, pero no podía hacerla surgir, y sus poderes demoniacos no servían sin un objetivo al cual atacar, estaba nervioso y sin saber qué hacer, entonces, cerró los ojos y subió la cabeza, entonces, sintió una tenue luz que provenía desde el cielo, y entonces fue cuando se le ocurrió.

“Poderes demoníacos, 
escuchen mi llamado
denme las llaves del infierno
y abran la puerta de los lamentos”

Lanzando su conjuro hacia el cielo…

“JAJAJA ¿te has vuelto loco? ¿hacia adonde apuntas?”

Sirc: Mis sombras no funcionaban porque no había luz en esta oscuridad, pero ni tú, ni el poder de este bosque pueden opacar la luz de nuestra diosa, la hermosa luna y su brillante luz. Con este hechizo he roto las cadenas de la oscuridad que nos oprimían para que la luz de la luna sea libre de llegar hasta nosotros.

De pronto, las sombras que cubrían el cielo se fueron desvaneciendo mientras dejaban ver a la luna, tan brillante y majestuosa como en ninguna otra noche.

Sirc: Con esto, mis poderes se han restablecido, y tú, estás acabado.

“Una jugada impresionante, pero aun no sabes dónde estoy y tu amigo no está en condiciones de seguir la pelea, ¿qué crees lograr tu solo?”

Sirc: Creo que hay algo que aun desconoces de mi poder, y creo que tendrás que aprender a la mala.

Luego de estas palabras Sirc levanto sus manos hacia el cielo, un rayo de luz proveniente de la luna cayó sobre él, empapándolo con su manto glorioso, luego las descendió lentamente hasta la altura de sus hombros y todo el piso comenzó a cubrirse de este manto blanco, pasó a ser un catalizador entre los poderes de la luna y la tierra. Tal como una cascada el manto blanco de la luna comenzó a bañar al bosque con sus poderes hasta convertirlo prácticamente en un foco de luz blanca, de pronto, entre los árboles, una especie de serpiente blanca apareció envolviendo al oscuro ser y trayéndolo a la vista de Sirc.

Sirc: Para que la sombra exista debe primero existir la luz, la luna es el foco de luz más poderoso durante la noche, y mis sombras blancas se alimentan de su poder, eres poderoso, pero solo te vales de la oscuridad, no controlas la luz a tu favor, y eso fue lo que te derrotó.

De pronto Raid apareció de entre los arbustos atacando a Sirc con uno de sus conjuros, este cayo inconsciente, dejando libre a su presa que no dudó en huir.

Raid: No se qué pasó aquí, pero es momento de que ustedes dos, paguen por su delito.


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